Colecta de Alimentos 2017
Este sábado 8 de julio volvimos a realizar la tradicional Colecta Anual de Alimentos en distintos supermercados de la ciudad de Rosario. Este año llegamos a 24 supermercados e hipermercados de las cadenas La Gallega, Carrefour y La Reina que nos abrieron sus puertas solidariamente para llevar a cabo nuestra misión. En este 2017, rompimos un nuevo récord de recolección... ¡más de 13 toneladas de alimentos! Todo donado por las personas que venían a comprar y que, al ingresar al establecimiento, eran invitados a dejar su alimento no perecedero a la salida de sus compras.
Este año, más allá de entregar los alimentos en la Sede de Caritas (para que luego se repartan en los distintos comedores parroquiales de casi veinte templos de la Arquidiócesis), se hizo foco en que parte de lo recaudado sea luego entregado (a través de la Pastoral Nocturna de la Arquidiócesis) a los hermanos en situación de calle.
Agradecemos nuevamente a todos los que donaron y a todos los que, con su tradicional chaleco rojo puesto, consiguieron este nuevo milagro solidario. Y, como muestra basta un botón, regalamos este hermoso testimonio brindado por un matrimonio del MEC (Alejandra y Beto) y que vivieron durante la campaña...
“En el primer turno de 9 a 11.30, llegó alrededor de las 9.30 una niñita con unos ojos preciosos que entraba y salía del Súper, y pedía a las personas que le dieran algo. En un momento le pregunta a Beto para qué juntaban los alimentos y Beto le explica que era una campaña de alimentos que organizaba Caritas y el MEC para distribuir luego en algunos lugares donde más eran necesarios. Ella le explica que a ellos no les llegaba, a lo cual Beto le pregunta donde vivía. Al responderle que pertenecía al barrio Nuevo Alberdi, observamos el listado de parroquias y le explicamos cual le correspondía. Ella, asintiendo con la cabeza, siguió pidiendo (la nena lo hacia desde afuera, pues no la dejaban entrar para pedir por políticas de la empresa, mientras nosotros lo hacíamos desde dentro).
Al rato me acerco para conversar y le pregunto el nombre, "Malena", me dice.
- ¿Cuantos años tenés? "Nueve." (parecía más chiquita, por su físico, pero en hablar se veía que era más grande)
- ¿Tenés hermanos? "Sí, ocho, conmigo nueve."
- ¡Uy, que lindo, una familia muy grande! "Sí."
- ¿Y son más grandes o más chicos? "Todos más grandes menos uno que tiene tres años"
- ¿Vas a la escuela? "No."
- ¿Ahora no vas o no vas nunca? "Nunca, me queda muy lejos."
- ¿Y tus hermanos? "Tampoco."
Seguimos pidiendo los tres y a ella cada tanto también le daban y ponía en una caja que había buscado dentro del Súper, algunos le daban dinero que ella juntaba y cuando hacía un cierto monto entraba al súper... ¡y compraba pañales!
En cierto momento sale del Súper un señor y veo que le da dos paquetes de masitas, y ahí no más Malena entra al Súper y con los dos paquetes de masitas en la mano le da una a Beto.
- ¿Para qué es esto? "Para la campaña.”
- No, no. ¡Son para vos! "No -le muestra los dos paquetes- yo tengo dos, doy uno..."
Creo que, si entre los paquetes de alimentos encuentran uno convertido en oro, ¡es el donado por Malena!"